Hola de nuevo Musas y Delirios!!!
Esta semana me ha tocado a mi hacer la reseña de literatura.
Ya son unos cuantos los post literarios que os hemos ofrecido, y a lo largo de ellos, tanto Alex como yo, nos hemos abierto y hemos confesado cuáles son nuestros gustos literarios.
Hace ya unos cuantos post os hablaba de La Sombra del Viento de Carlos Ruíz Zafón y de lo mucho que me gustaba este autor, por su particular forma de hacerte casi tocar y respirar los escenarios del libro. Pues bien, hoy hablaremos de otro de sus libros, Marina.
Os pido antes de nada un arranque de sinceridad, ¿cuántos de vosotros no habréis rechazado, alguna vez en la vida, un libro por ser demasiado gordo?
Me consideró una amante de la lectura, pero como creo haber contado ya alguna vez, no siempre ha sido así. En mi tierna infancia lo odiaba, era un suplicio para mis padres el hecho de intentar aficionarme a los libros. Mi estrategia era: ese no porque tiene muchas hojas, ese mejor que es cortito…
Luego te vas haciendo mayor y empiezas a tomar tus propias decisiones, y la primera y más sabia de todas, con respecto a este tema es el decidir que nos gusta y que no.
La afición a la lectura se educa, y ahora me diréis, no Julia no, a mi no me gusta y si leo es por obligación no por gusto. Pues sí se educa, ¿cómo? Eligiendo bien el libro, la temática, los autores. Cuando todo eso se une hay algo que cambia en tu cabeza, un hechizo que hace que no puedas dejar de devorar página tras página. En ese momento da igual si el libro es gordo o fino, sólo quieres saber más, qué pasa después, cómo termina la historia…
Bueno, que me voy del tema. Todo esto ha venido a colación porque si cuando yo tenía diez años, y lloraba y pataleaba cada vez que en el cole o en casa me obligaban a leer un libro, hubiera tenido uno como Marina en mis manos, esos llantos se habrían convertido en diversión, en placer.
Además para los que seáis más escépticos y no hayáis encontrado aún ese libro que os enganche y os haga adictos a la palabra escrita, esta novela cumple vuestro requisito, es cortita, nada de tochos.
Vamos a hablar un poco del Argumento:
La historia transcurre en Barcelona (como es habitual en las obras de Zafón) en un corto espacio de tiempo, desde el otoño de 1979 hasta la primavera de 1980, y los protagonistas son dos adolescentes, que protagonizarán un relato de misterio, amor y un poco de terror ( tranquilos no es de miedo, es una novela juvenil pero con toques macabros en algunas ocasiones, que no hacen más que mantenerte más y más enganchado al libro), Óscar Drai y Marina.
El primero un quinceañero que vive en un internado de las afueras de la Ciudad Condal y Marina, la hija de un pintor con mucho talento pero atormentado desde la muerte de su esposa.
Óscar poco a poco empieza a involucrarse en la vida de Marina y de su padre, el cual le coge mucho cariño al muchacho.
Un día, Marina y Óscar persiguen a una extraña dama, que viste de negro, desde un cementerio hasta un invernadero. Allí encuentran un montón de figuras y títeres y un álbum con fotografías de personas con malformaciones.
Los dos jóvenes son valientes, intrépidos y muy muy curiosos. Una mezcla explosiva que los llevará a investigar más sobre ese sitio y su contenido, y les permitirá encontrarse con una serie de personajes curiosos, por llamarlo de alguna manera, cuya vida del pasado se mezcla con el presente de una menta sorprendente. Una aventura apasionante a la vez que peligrosa que pondrá en entredicho, en más de una ocasión, la vida de la joven pareja.
Y cómo decían en un antiguo concurso de televisión ( del que mi madre era fan en sus tiempos mozos) «Y hasta aquí puedo leer… »
Supongo que ahora me queda daros mi opinión personal, pues vayamos al lío…
Marina llegó a mis manos hace aproximadamente unos seis años, a la vez casi que mi mayoría de edad. Previamente me había leído La Sombra del Viento y me había enamorado de la historia, de sus personajes y de esa Barcelona de la posguerra que Zafón hace que puedas casi hasta saborear.
Debo de confesaros que cuando empecé a leerlo, una gran decepción se apoderó de mi, como ya dije, es más cortito, y quizás ese es el motivo de que los detalles en la ambientación son mucho más escasos. Pero esa desilusión me duró muy poco, la capacidad que tiene el autor para hacerte empatizar con cada uno de sus personajes, ver la vida desde sus ojos, sentir sus miedos, sus ilusiones, es algo que no se puede explicar con palabras. Creo que se nota que es uno de mis libros favoritos, es difícil disimularlo. De Óscar te llevas su vitalidad, su curiosidad, Marina te aporta fuerza, valentía y lucha. Germán, el padre de Marina, es un personaje ( quizás mi favorito) del que es imposible no encariñarse, es un alma herida que se refugia en su hija, en hacerla feliz, a pesar de que él ya no sepa ni lo que significa esa palabra.
Para terminar daros una advertencia a todos aquellos que no lo hayáis leído aún, es un libro que esta categorizado dentro de novela juvenil, con esto quiero decir que no vayáis buscando acertijos ni conspiraciones. Es una historia que mezcla el misterio con la fantasía casi a partes iguales y nos plantea una reflexión que quizás no es tan descabellada y con la que muchos a lo largo de la historia de la humanidad han soñado, la posibilidad de vivir para siempre, de burlar a la muerte.
Hasta aquí llega hoy la entrada de En mi mesita de noche, espero que os haya gustado y que todos aquellos que no habéis encontrado VUESTRO libro, sigáis intentándolo, probando hasta que se deslice en vuestras manos.
Dos cosas:
”En lo que a libros respecta, recordar el tamaño no importa»
Y por último
«Hay grandes libros en el mundo y grandes mundos en los libros»
Hasta la semana que viene, que disfrutéis de un feliz fin de semana.
Julia
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Hola!!!
Bueno hoy que he tendido un ratito me he puesto al día un poco con el Delirio, bueno más bien con los post de esta semana que son los que me ha dado tiempo, llevo unos cuantos de retraso pero, hoy descanso y disfrutaré del Blog.
Carlos Ruíz Zafón a mi también me gusta mucho. Es un autor que te hace la lectura fácil, entretenida y divertida, algo que parece sencillo, pero es realmente complicado.
Me encanta que hayas hecho la reseña de Marina, porque es uno de los pocos de él que aún no me he leído, y por lo que cuentas me recuerda un poco al Príncipe de la Niebla, también de Zafón, y que aunque sea lectura juvenil, es mi libro favorito.
Echaba mucho de menos a esta Julia, a la que desprende ilusión y buen gusto con sus palabras, a la que disfruta escribiendo, porque eso los lectores lo notamos.
Sin duda me voy a leer Marina, ya me has metido el gusanillo en el cuerpo jaja.
Y por supuesto que hay grandes mundos en los libros y grandes libros en el mundo. Eso no te quepa ninguna duda.
Un beso guapa.
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Hola Marta, antes de nada agradecerte tus palabras y decirte que me alegró mucho de que te haya gustado mi entrada. Es un libro al que le tengo cariño, quizás no sea el más brillante que he leído, pero a veces la cuestión no es ser el mejor sino el que te cala, el que te hace sentir algo. Espero que te guste cuando lo leas, y ya sabes que puedes compartir con el delirio tus impresiones siempre que quieras.
Un besazo, Julia
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