Hoy sustituyo a Alex en esta sección para hablaros de un tema con el que estoy muy familiarizada laboralmente.
Hace poco más de dos años, escuchaba hablar de la palabra cáncer y creo que sentía lo mismo que muchos de vosotros, pena porque todos tuvimos algún familiar, cercano o lejano, amigo, conocido o vecino, que perdió la batalla contra esta enfermedad, y desconocimiento. Digo esto último porque si yo os preguntara ahora ¿Qué es el cáncer? Muchos de vosotros a pesar de creer tener claro a que enfermedad ( o enfermedades ya que son muchos los tipos, demasiados) me refiero no encontrarías la manera de explicarlo. Nos falta información, nos falta perderle el miedo a esa palabra de seis letras.
A lo largo de mis estudios (soy técnico especialista en radioterapia) fueron muchas las definiciones de cáncer que tuve que estudiarme. Pero la que más me gustó y me pareció simple pero precisa es esta:
El cáncer es un grupo de muchas enfermedades relacionadas y todas ellas tienen que ver con las células. Aparece cuando las células anormales crecen y se extienden rápidamente. Las células normales del cuerpo crecen, se dividen y tienen mecanismos para dejar de crecer, pero como todo con el tiempo, también mueren. A diferencia de estas células normales, las células cancerosas continúan creciendo y dividiéndose descontroladamente, y no se mueren, ahí es donde esta el problema.
Como decíamos antes una de las cosas que nos pasa, a casi todos, cuando hablamos de esta enfermedad es la incapacidad, el miedo a pronunciar su nombre. Mucha gente relaciona cáncer con muerte y no siempre es así, ese es uno de los objetivos que busco en este Post. Decirle a la gente que del cáncer se sale, que ahora contamos con técnicas y avances (cada día que pasa más precisos) que nos permiten luchar y ganar la batalla al bicho ( como muchos de mis pacientes solían llamarlo).
Cuando trabajas en un servicio oncológico te encuentras con multitud de casos, con un mismo denominador común pero tan diferentes entre sí a su vez, que hace que te plantees la vida desde otro punto de vista. Recuerdo con mucho cariño una paciente, con un tumor cerebral, que me dejo emocionada durante todo el día cuando, con una ilusión desmedida contaba a diestro y siniestro, que por fin iba a ir a hacer la compra sola. Esas cosas insignificantes hacen que te des cuenta de lo mucho que tienes y lo poco que se aprecia cuando el mayor problema que tenemos es elegir que ropa te pones hoy, o que película vas a ir a ver al cine el próximo fin de semana.
No voy a extenderme más en anécdotas porque, son tantas y tan bonitas, que necesitaría cientos de post como este. Me centraré en el propósito central de hoy, que no es otro que el de concienciaros en la prevención. Mi abuela siempre decía «más vale prevenir que curar» y como siempre, nunca se equivocaba.
En temas de salud, y Alex estará de acuerdo conmigo en esto como buena profesional que es, siempre debemos estar alerta.
¿Qué quiero decir con esto? Pues que nuestro cuerpo es más inteligente de lo que nosotros podemos pensar, y que al mínimo cambio, al más pequeño toque de atención que nos dé, debemos acudir al especialista y comprobar que todo este bien. Porque en todas las patologías, pero sobre todo en las oncológicas, el tiempo es uno de los factores más importantes y determinantes.
Un diagnóstico precoz a veces puede suponer la diferencia entre un tratamiento curativo y otro paliativo.
Son muchos los cuidados y técnicas de autodiagnóstico que podemos hacer desde la comodidad de nuestra casa o con una simple visita al médico de vez en cuando.
Hoy voy a dedicar este espacio a nosotras, a las mujeres. El cáncer de mama sigue ocupando el primer cajón del podium en lo que a tumores femeninos se refiere ( aunque menos frecuentemente, también se da en hombres. Yo trate a un par de varones con esta patología), y por eso creo que es importante que todas aprendamos a autoexplorarnos las mamas, para descartar cualquier anomalía sospechosa, y en el caso de detectarla, que sea lo más pronto posible para evitar tratamientos mucho más arriesgados e invasivos.
Si os interesa la temática no tendré ningún inconveniente en hablaros del screening ( o diagnóstico precoz) de otro tipo de tumores, en post venideros.
Ahora, sin dilatarlo más, vamos a entrar en materia.
En primer lugar, ¿qué buscamos cuando nos exploramos las mamas, para qué lo hacemos? Tenemos que vigilar el aspecto, el tamaño y la forma de las mamas, así como la posible aparición de bultos tanto en las mamas como en las axilas.
¿A qué edad deberíamos empezar y cuándo hacerlo? Este control debería hacerse mensualmente a partir de los 20 años y durante toda la vida, también durante el embarazo o después de la menopausia. Y ¿cuándo? Pues suele hacerse entre el quinto y séptimo día desde el inicio de la menstruación. En el caso de mujeres que ya no tengan la menstruación un día fijo al mes, a su elección.
Ahora que tenemos claro por qué y cuándo hacerlo, vamos a ver el cómo.
1. Hay que colocarse ante un espejo, dejar los brazos caídos y girar el tronco a uno y otro lado para observar si hay algún bulto tanto en la piel como en los pezones. Si se observan zonas enrojecidas o una textura similar a la piel de naranja habrá que consultar con el médico.
2. El siguiente paso es levantar los brazos para comprobar que el contorno de los pechos es uniforme y que ambos se leven de la misma manera.
3. También hay que apretar los pezones para descartar que salga algo de líquido (blanquecino como la leche, sangre o pus).
4. Luego, acuéstate y pálpate las mamas con las manos invertidas, es decir, la mama izquierda con la mano derecha y viceversa. Procura utilizar un tacto firme y pausado con las yemas de los dedos, manteniendo los dedos rectos y juntos. El movimiento debe ser circular, del tamaño de una moneda aproximadamente. Tenemos que recorrer toda la mama siguiendo líneas rectas, pueden ser horizontales o verticales, cómo os sea más cómodo. Hay que descartar cualquier bulto o cambio que notemos en la piel.
5. Finalmente, pálpate las mamas estando de pie o sentada. Muchas mujeres dicen que la mejor forma de palparse las mamas es cuando la piel se encuentra mojada y resbaladiza, de modo que prefieren realizar este paso en la ducha. Utilizando la yema de los dedos, hacemos movimientos circulares, empezando siempre desde la parte externa hacia el pezón, igual que en el paso anterior.
Este ritual que no os va a llevar más de 10 minutos al mes puede ser de mucha ayuda.
No ignoremos nuestro cuerpo, cuidemoslo porque solo tenemos uno.
Os voy a dejar aquí un vídeo en el que se explica lo mismo que hemos visto arriba sobre la auto exploración mamaria pero con animaciones, que siempre pueden dejar más claro pequeñas dudas que os puedan surgir. pincha AQUÍ para ver el vídeo.
Por supuesto, no hace falta que OS diga que cualquier pregunta, comentario, duda o curiosidad podeís contactar con nosotras aquí en el Blog, en las redes sociales (facebook, twitter, intagram, google+) o en nuestro correo electrónico: eldeliriodelasmusas@gmail.con
Hasta aquí llega la entrada de hoy, espero que os haya gustado y sobre todo que os sirva para conocer vuestro cuerpo y nunca descuidarlo.
Un saludo
Julia
2 comentarios en “Vale más prevenir que curar… ( autoexploración mamaria)”